lunes, 26 de octubre de 2015

Essex: Palacio de Audley End House

Audley End House es una residencia de la nobleza local, por tiempos palacete real, con la que podrás arañar algunos pasajes de la historia de Inglaterra. Una gran construcción en el campo que comenzó siendo una abadía benedictina que acabó expropiando el rey Enrique VIII y regalando a uno de sus fieles.

Audley End House es una gran casa de campo de la zona de Saffrond Walden, en Essex, no muy lejos de Cambridge. La casa más que una residencia familiar era un verdadero palacio. Se levantó en el siglo XVII y en la actualidad ocupa apenas una tercera parte de lo que lo hacía en el siglo XVIII. Se trata de uno de los palacetes más característicos y más importantes de la Época Jacobea de toda Gran Bretaña

 
 
Lo más curioso es que el lugar era en 1538 un monasterio benedictino que fue regalado por el rey Enrique VIII a su canciller, un primer ministro en los tiempos actuales, Sir Thomas Audley. Aquellos años fueron los de la renuncia del rey a Roma y los de las persecuciones religiosas a las órdenes que seguían los designios del Papa. No obstante, el nieto de Thomas Audley, Thomas Howard, echó abajo la primera construcción de la abadía reformada para hacerse un palacete mayor. En ella solía divertirse el rey Jacobo I.


El nuevo diseño de la casa tuvo en cuenta la presencia de los reyes en la finca, conectándose habitaciones y disponiéndose salas para atender expresamente sus servicios y necesidades. Dicen que Thomas Howard se vanagloriaba de que la reforma para su rey le había costado el equivalente actual de 200.000 libras esterlinas, 276.000 euros. Pero esa dedicación no sirvió de nada, en 1619, Thomas Howard fue acusado de malversación de fondos y él y su esposa fueron encerrados en la Torre de Londres. Howard pagó una considerable multa para conseguir la libertad y murió en Audley End en 1626.


Otro rey, Carlos II, compró finalmente el palacete de Audley End House por la ridícula cantidad de cinco libras. El rey usó la construcción sólo como residencia cuando la familia real asistía a las carreras de caballo en Newmarket. Ironías del destino, Audley End House fue devuelta a los descendientes de Thomas Howard en 1701.

 

En el siglo XVIII, algunas partes de Audley End House fueron demolidas hasta alcanzar el tercio de su superficie original. No obstante, la estructura original se mantuvo con pocos cambios. Una zona del cuerpo principal desapareció en 1708 y el ala este fue recortado en 1753. Algunas estancias también fueron remodeladas, especialmente el gran salon central.

 

Sir John Griffin, cuarto barón de Howard, introdujo cambios radicales antes de morir en 1797. En 1762, se contrató el rediseño de la zona ajardinada y la creación de nuevas salas de recepción en la planta baja muy al estilo del siglo XVIII. El problema del gran salón consistía en que había que adaptarlo a un uso a la altura de la nobleza de todo el conjunto, un casi palacio real.

 

El problema era que tenía un techo muy bajo, algo que se consideraba inapropiado en la época. La solución fue ingeniosa, reducir el tamaño de los muebles para dar sensación de amplitud. El diseño de la sala de dibujo de las damas fue igual de curioso, empleó el estilo de la Antigua Roma. Se dice que la señora de la casa de la época, Lady Griffin, tenía dificultades para moverse al vestirse con su traje de gala entre las columnas romanas de su habitación.


En 1825, el tercer barón de Braybrooke heredó la casa y colocó para su deleite personal una gran colección de fotografías, llenó las habitaciones del palacete con muebles y reestableció el aspecto original de las estancias tal y como debían haber sido en los tiempos del rey Jacobo.


Ya en el siglo XX, en 1941, Audley End House fue requisado para las necesidades de la guerra. Un año antes se le había ofrecido al Gobierno de Churchill para habilitarlo como centro de mando durante la evacuación de Dunkerque. Pero fue rechazada. 

Al final, Audley End House se empleó como campamento militar, la mansión y sus alrededores ajardinados que fueron empleados por el cuerpo de operaciones especiales británico (SOE). Con posterioridad, la casa pasaría a manos de la unidad equivalente polaca que luchaba en el bando aliado tras la ocupación de su país por las tropas alemanas. Fue la base de la Escuela de Formación Especial 43 (STS 43) polaca. Hoy, en recuerdo de ese uso, se puede ver, y en la entrada principal, un sencillo monumento que recuerda a los 108 militares polacos del servicio muertos en la Segunda Guerra Mundial.


Tras la guerra, el noveno Señor de Braybrooke recuperó la propiedad de Audley End House y se fue a vivir a la casa de la abadía que aún existía en la finca, una casa de dos plantas con forma de L irregular. Un conjunto de los siglos XVII al XIX de madera y de ladrillo. Audley End House fue remodelada por Albert Richardson y Eric Houfe en la década de 1950 y ampliada hasta tres veces en sus interiores por el arquitecto Philip Jebb entre los años 1967 y 1970.


La evolución de la construcción resulta más evidente en la zona sur del conjunto, donde convergen las fachadas de la primera construcción y los añadidos y reformas del siglo XIX. La decoración interior es hoy de estilo clásico y un diseño de Dudley Poplack.

La extensión de jardines de la Audley End House está dividida por el río Cam que es atravesado por varios puentes decorados. La carretera principal que atraviesa la finca sigue el itinerario de una vieja calzada romana. 

La zona ajardinada que está en la ribera del río contraria a la casa se suele emplear para conciertos al aire libre en los meses de verano. En la misma zona, una entidad británica orientada a la divulgación de la agricultura ecológica, Organic Garden, rehabilitó una zona de maleza para convertirla en una huerta tal y como lo eran las de la época victoriana. Llena de flores, cultivos de huerto y frutales.

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